martes, 3 de noviembre de 2015

2.2 la imagen digital


“Hemos sustituido los cuadros del salón
por el fondo de escritorio de nuestros PC's”
Luther Blisset

Con la aparición de la informática en nuestras vidas, hemos cambiado la manera que tenemos de ver y entender las imágenes. Nuestros álbumes de fotos han sido sustituidos por nuestros álbumes de facebook, las fotos de nuestros viajes por nuestras imágenes de instagram, las exposiciones de fotografía en galerías por flickr o picasa, las exposiciones de arte por pinterest o deviant art. En definitiva, como ya hablábamos en el paso de la web original a la 2.0, ahora lo importante ya no son las obras, son los millones de personas que pueden acceder a la generación de contenidos, valoración de los mismos y a los espacios de socialización en los que mostrar sus ideas y sentimientos a traves de sus obras.

Pero como todo paso social que marcha hacia delante, esto va acompañado de cambios en la técnica, es decir, en la manera en la que se desarrollan nuestros contenidos. Pero ¿Como hemos pensado la imagen antes y ahora?

Desde una era pre-digital si nos preguntáramos que definía una imagen pensaríamos en el color, la composición,

Si nos preguntamos bajo que elementos podemos analizar una imagen seguramente pensemos en el color, la composición, la armonía, el brillo, el contraste y etc...Pero entonces ¿Que diferencia la imagen digital de la imagen analógica? Pues podríamos sentenciar que básicamente dos cosas: el método de trabajo, es decir, si está involucrada o no la maquina; y las características propias del formato.

En la imagen clásica, en una obra pictórica como un cuadro, un fresco o un dibujo, por ejemplo pensaríamos en el formato de la imagen, la proporción del mismo, la textura que genera la pintura en el visionado en vivo de la misma, los materiales empleados. Igual que en una fotografía revelada pensaríamos en la saturación de la imagen, la nitidez, el balance de blancos, la calidad de revelado, el tamaño de la ampliación del negativo y etc...

Pero ¿y estas características no están también en las imágenes digitales? Pues en parte sí, en la parte física del mismo, es decir, cuando pasamos nuestras imágenes digitales a formas analógicas.

Una vez ya sabemos cuales son las características de una imagen y las singularidades analógicas podremos comprender mejor cuales son las singularidades digitales y como tenerlas en cuenta a la hora de trabajar con ellas.


La imagen digital


Una de las primeras cosas a tener en cuenta son los modos de color. Dentro de la imagen digital podemos trabajar con diferentes modos de color: RGB, CMYK, imágenes de linea, escalas de grises, duotono o imagen de linea.



Dentro de los modos de colores es importante distinguir muy bien los modos de RGB (Red Green Blue) de el CMYK (Cyan Magente Yellow Key). Por un lado tenemos el modo de RGB que se debe a la a teoría del color basada en la luz en 3 dimensiones en la que el total de colores es blanco y su ausencia es el negro. Después tenemos la CMYK que está en 4 dimensiones, que se basa en la suma de pigmentos con una llave (key) correctora que generalmente suele ser el negro ¿Y a que se debe esa Key? Pues a algo tan sencillo como que la suma de todos los pigmentos no es negro, si no un marrón oscuro y sucio.

Profundidad de color
Como ya explicamos anteriormente, una imagen digital se asemeja a un mosaico donde cada tesela es un píxel. En cada uno de estos píxeles hay una cantidad de información almacenada que delimita cual es su color y ahí entra en juego la profundidad del color.

¿Que es por lo tanto la profundidad de color? Pues podríamos decir que la profundidad de color de un píxel es la cantidad de bits de los que disponemos para definir ese color. Así con 8 bits tendremos 256 posibilidades de color dentro de cada píxel, mientras que con 32 bits podríamos distinguir hasta 1024 colores.






Resolución:
Uno de los aspectos más importantes junto con la profundidad de color que va a delimitar la calidad de nuestras imágenes digitales es la resolución. Si volvemos al ilustrativo ejemplo del mosaico y las teselas, y para que nos entendamos, la resolución es la cantidad de teselas por pulgada. Es decir, la resolución la constituyen la cantidad de píxeles por pulgadas que tengan nuestras imágenes  

Dependiendo de para que formato estemos trabajando deberemos configurar esta opción. Hay quienes afirman que para información web con 72 PPI (Pixel Per Inch – Pixeles Por Pulgada) es suficiente, aun que a día de hoy cualquier teléfono alcance fácilmente una densidad de píxeles de 300 PPI. Pero a la hora de ir a una imprenta, la menor calidad que debemos llevar es la de 300 PPI.


72 PPI

300 PPI




Formato:
Al principio de esta unidad comenzamos distinguiendo entre los gráficos vectoriales y los de mapa de bits y es que estas son las dos principales familias dentro de las imágenes digitales. Dentro de estas dos familias existen múltiples formatos utilizables en infinidad de situaciones y cada uno con una intencionalidad y posibilidades diferentes.

A continuación, enunciaremos los principales formatos y las características de cada uno.
    • Formato
      • Vectoriales:
        • EPS: multiplataforma, pero limitado
        • AI: Nativo de Illustrator
        • SVG: escalable y pensado para optimización en la web
        • SWF: En flash
      • Mapa de bits
        • PSD: Nativo de Photoshop
        • JPEG: Formato con buena capacidad de comprensión asumiendo perdidas. No es profesional
        • BMP: En desuso, buena compresión
        • TIFF: Ningún tipo de perdida.
        • RAW: Negativo digital. RAW es crudo en ingles.
        • PNG: Cierto grado de compresión, a diferencia de JPEG no tiene grandes perdidas. Permite el canal alpha de transparencia.
        • GIF: Pensado para pantalla, tiene la característica de que permite animaciones.


          Toda la infografía utilizada en esta entrada es original.

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